160 / ENFERMEDADES POR CLAMIDIAS

Las clamidias son parásitos intracelulares obligados no móviles. Aunque consideradas originalmente virus debido a que se multiplican en el citoplasma de las células huéspedes, ahora se las considera bacterias, puesto que contienen tanto ADN como ARN, poseen una pared celular químicamente similar a la de las bacterias gramnegativas, contienen ribosomas y crecen bien en el saco vitelino de huevos embrionados.

Se reconocen tres especies en el género Chlamydia: C. psittaci, que causa psitacosis; C. pneumoniae, que origina neumonía; y C. trachomatis, que comprende 15 serotipos y provoca muchas enfermedades. Los serotipos A, B, Ba y C producen tracoma y conjuntivitis con cuerpos de inclusión; los serotipos D a K causan enfermedades de transmisión sexual; L1 y L2 provocan linfogranuloma venéreo, y L3 origina neumonitis en los ratones.

C. trachomatis es la causa más común de enfermedades de transmisión sexual en Estados Unidos, incluyendo uretritis no gonocócica y epididimitis en los varones; cervicitis, uretritis y enfermedad inflamatoria pélvica en las mujeres; síndrome de Reiter, y conjuntivitis y neumonía neonatales debidas a transmisión desde la madre. C. trachomatis ha sido implicado en el 20% de los casos de faringitis de los adultos.

C. pneumoniae (llamado previamente TWAR) se consideraba antes un serotipo de C. psittaci, pero ahora se acepta como una especie y puede causar neumonía, sobre todo en niños y adultos jóvenes. El porcentaje de neumonías adquiridas en la comunidad debidas a C. pneumoniae oscila entre el 6 y el 19% según diversos estudios. La enfermedad puede ser clínicamente indistinguible de la producida por Mycoplasma pneumoniae. Aunque la neumonía por clamidias es poco frecuente en los niños <5 años según algunos estudios, de acuerdo con otros representa entre el 6 y el 9% de los casos totales. No se ha observado variación estacional de la incidencia. El microorganismo ha sido hallado en lesiones ateromatosas, y la infección se asocia con un aumento del riesgo de enfermedad arterial coronaria. No se ha confirmado una relación de causa a efecto y se están realizando ensayos terapéuticos.

C. psittaci infecta a muchos animales, pero la infección humana guarda relación íntima con laexposición a aves.

La psitacosis y la neumonía por clamidias se estudian en el capítulo 73; el linfogranuloma venéreo y la uretritis en el capítulo 164; la epididimitis en el capítulo 219; el síndrome de Reiter en el capítulo 51; la conjuntivitis y la neumonía neonatales en Infecciones neonatales, capítulo 260; y el tracoma y la conjuntivitis con cuerpos de inclusión en el capítulo 95.

Las clamidias pueden ser aisladas en cultivos de tejidos. Los anticuerpos fluorescentes directos y el inmunoanálisis enzimático también permiten demostrar la presencia de estos microorganismos. Las pruebas serológicas se pueden utilizar para excluir la infección por Chlamydia en poblaciones con prevalencia baja.

El tratamiento emplea tetraciclinas, macrólidos y algunas fluoroquinolonas. La prolongación del tratamiento ³2 sem puede reducir las recidivas.